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Carta

Noviembre 14 / 2023

Querida y maravillosa Thalia:

Hoy, escribo desde las tierras encantadas de tu reino, atravieso el tiempo y busco los recuerdos de las risas que bailaron entre las paredes, las lágrimas que se escondieron entre las sábanas y los secretos que tejieron cuentos para arrullar a tu hermana en las noches estrelladas. Las fronteras de este reino han sido cómplices de tu infancia, albergaron a una niña guerrera que ha desplegado sus alas y ha enfrentado dragones, aquellos miedos que alguna vez asomaron sus cabezas terroríficas y tú, con tu valentía te convertiste en su hechicera protectora.

No puedo dejar de sentirme como una torre mágica, erguida para preservar cada destello de tu ser y cada chispa de tu esencia, donde la magia florece con cada latido. Los colores que pintaron tus días siguen aquí, pero han sido transformados por las manos creativas que tejieron sueños y aventuras en cada rincón. Mis muros se han llenado con las notas de historias encantadas, listas de quehaceres y mensajes de amor como hechizos para el corazón.

La puerta se convirtió en un portal hacia mundos mágicos, donde la llave es la imaginación que siempre has llevado como escudo contra la oscuridad. Sobre la cama, se creó un campo de guerra de almohadas y peluches que fueron valientes guerreros en batallas de risas y complicidad, mientras bajo la cama, bunkers secretos se erigieron para enfrentar las visitas inesperadas de los demonios de la ansiedad.

El armario se convirtió en el refugio de tesoros dulces que guardabas celosamente de tus familiares, y las ventanas se vistieron con los trazos de tus sueños plasmados en dibujos y pinturas, un mapa oculto de aquel mundo mágico que compartías en susurros con tu hermana bajo el resplandor de la luna. El baúl del abuelo heredado para guardar los secretos más preciados de tu vida.

El escritorio, querida Thalia, se alzó como la piedra cuadrada donde tu lápiz ha sido la varita mágica que, con cada letra escrita, construye mundos maravillosos y despliega universos inexplorados, forjaste tu espada de valentía y construiste mundos maravillosos para enfrentar los monstruos que acechaban en la oscuridad.

En este pequeño reino, siento una explosión de felicidad, orgullo y amor, como si estuviera a punto de estallar por la alegría de haberte visto crecer, ahora como una mujer guerrera y resiliente preparada para enfrentar la vida adulta, sólo me resta decir que aquí estoy, conteniendo cada locura que el crecer conlleva, como un cofre mágico que guarda tesoros invaluables.

Con amor eterno para la guerrera que una vez fuiste y que aún se mantiene, con valor y determinación, para seguir enfrentando dragones en su propio reino.

Tu habitación encantada,

Pd. Que nunca se apague la chispa creadora y que siempre resuene el rugido feroz de la valentía en tu corazón.

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